En 1924, dos industriales belgas, Armand Desaegher y Octave Aubecq, decidieron crear una fundición que produciría varios utensilios de cocina. Así fue como Le Creuset Nació en 1925 en el norte de Francia en Fresnoy-le Grand. Su actividad comenzó con la producción de artículos de cocina hechos a mano, fundiendo hierro fundido en moldes de arena. Los artesanos son esenciales para garantizar un alto rendimiento de horneado. Como antaño, cada pieza se elabora a partir de moldes de arena en los que se funde el hierro colado. Luego, los productos terminados se examinan uno por uno para detectar cualquier tipo de imperfección y luego se aplican dos capas de esmalte. Gracias a una excelente fabricación, un sabio know-how y una alta calidad de las materias primas, estas ollas firmaron Le Creuset Tienen la ventaja sobre el resto, y se pueden utilizar en una variedad de maneras: de la conservación a la preparación de alimentos hasta su cocción.